
   A propósito del último Premio Nobel de Medicina   otorgado a los científicos estadounidenses, Elizabeth Blackburn, Carol   Greider y Jack Szostak, por sus estudios relacionados con la juventud eterna.   El investigador argentino, Carlos   De Nápoli, señala que está fórmula ya habría sido   descubierta, nada menos que por científicos del nazismo alemán.
   
   Según De Nápoli fueron los científicos nazis quienes desarrollaron con éxito,   durante la Segunda   Guerra Mundial, un método de rejuvenecimiento pensado para   prolongar el período fértil de las mujeres alemanas así como para hacer   “eterno” al líder del nazismo, Adolfo Hitler.
   
   Esta investigación, publicada en su último libro “La fórmula de la eterna   juventud", se basa en documentos que halló en la casa   donde vivió el médico nazi Joseph   Mengele, también llamado “Ángel de la muerte”, mientras   estuvo refugiado en Buenos Aires, Argentina.
   
   De Nápoli   revela que entre varios documentos, halló un memorándum dirigido a Hilda Ana   Peters de Umbreit, socia y testaferro en uno de sus laboratorios argentinos   en la que le indica los pasos necesarios para obtener la "fórmula de la eterna   juventud", un proceso en que podía rejuvenecer a una   persona entre 20 y 30 años.
   
   El mismo documento afirma que la fórmula fue probada con éxito en Solahuette,   un lugar cercano al campo de concentración nazi de Auschwitz.
   
   La   prueba de Frieda
   
    Para   probar los hechos de su investigación, De Nápoli recopila el testimonio de   una mujer danesa llamada Frieda Sorennsen, que la describe como "una   bella septuagenaria con aspecto de una mujer de 40 años".
Para   probar los hechos de su investigación, De Nápoli recopila el testimonio de   una mujer danesa llamada Frieda Sorennsen, que la describe como "una   bella septuagenaria con aspecto de una mujer de 40 años".
   
   Según el investigador argentino, esta mujer le confesó haber participado en   unos experimentos con hormonas en Auschwitz.   En su testimonio revela que le fueron proporcionadas hormonas que provenían   de los propios asesinados en aquel campo de concentración, complementadas con   vitaminas, ejercicios físicos y una dieta compuesta por frutas, verduras,   poca carne y jalea real.
   
   Estos experimentos habrían sido realizados por Karl Brandt, el   médico personal de Hitler   quien se habría llevado a la tumba su fórmula secreta al ser ejecutado en   junio de 1948.
   
   El   Sida ¿creación nazi?
   
   De Nápoli también asegura haber hallado en los documentos de Mengele,   experimentos relacionados con enfermedades como el Sida.
   
   El uno de los documentos el “Ángel de la muerte” reconoce la aplicación de   injertos en humanos de testículos de mono, los mismos que producían un   “rápido rejuvenecimiento” en los pacientes aunque seguido por una enfermedad   desconocida que lleva a la muerte de los intervenidos en pocos meses.
   
   Los síntomas de esta enfermedad desconocida por los médicos nazis, tendrían,   según De Nápoli, un “extraordinario parecido” a los del Sida.
   
   Carlos de Napoli es asesor histórico de la productora Ánima Films para   documentales de History   Channel y otros canales de televisión. Ha publicado diversos   libros de investigación relacionados principalmente con el nazismo.
       
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